Un intercambio de mensajes entre colegas me hizo recordar una anécdota, inverosímil pero verídica, que protagonizó una afamada y querida modelo en una también afamada y querida emisora de radio AM.
Me reservo la identidad de ambas por cuestiones éticas, aunque en su momento, 7 u 8 años atrás, lo sucedido se viralizó haciéndose conocer hasta el más mínimo detalle.
REPITO, si bien es cierto que a las chicas que se dedican al modelaje se les atribuyen frases y comentarios que, en ocasiones, son meras leyendas urbanas, lo que narro a continuación, vuelvo a REPETIR, sucedió tal y como lo expongo.
Era invierno en Paraguay. Temperaturas glaciares nos azotaban y la muchacha de marras se encontraba en Buenos Aires, creo que iba a participar de un show televisivo. Si en Asunción las temperaturas eran glaciares, aclaro, los bonaerenses, y es un modo de decir, estaban experimentando sensaciones térmicas, prácticamente, más bajas que la de los glaciares.
Vaya, como decimos en Cuba, en el país vecino… ¡Estaba soplando el mono!
Esa mañana, cumplía mis funciones de periodista digital y encaminaba, junto a mi hermano Gunter Krone, los contenidos de la página web del medio de comunicación.
Seguíamos atentos a la transmisión, cuando el conductor del espacio matutino decidió contactar telefónicamente con la farandulera.
-¿Mucho frío en Buenos Aires? – preguntó el comunicador después de intercambiar saludos.
-Muchísimo – contestó sonriente la interlocutora.
-¿Qué temperatura hay?
-Tremendo frío. Hay 0 grado bajo 0.
-¿Cero grado bajo 0? – interrogó extrañado y, a la vez, intentando no explotar en carcajadas.
-Así mismo – e ingenuamente repitió – Hay cero grado bajo cero.
Tras escuchar tamaño disparate, obviamente ¡DICHO AL AIRE!, colocamos la conversación en el sitio digital; pueden imaginar, que aquel día colapsó la página web de esa querida y afamada emisora de radio.
Por mano propia 